VIZCARRA: EL PRESIDENTE DE LAS CRISIS

Corría el año 2016, en plena campaña electoral de la segunda vuelta. Cuando PPK dijo en una entrevista: "Estoy viejo es cierto, pero si me pasa algo tengo dos pólizas de seguro, Martincito y Mechita". Y después de la renuncia de PPK, solo quedo, una de sus pólizas de seguro, Vizcarra.

En marzo del 2018 asumía, la Presidencia de la República. En un hecho sin precedentes para la democracia peruana. Hasta ese momento. Dado que, era la primera vez, que renunciaba un Presidente y asumía el cargo el Vicepresidente. Cuando, comenzó la gestión de Vizcarra, todo era incertidumbre. Si, iba a continuar con la misma actitud genuflexo de PPK con el Congreso o, por el contrario, iba tomar un rumbo diferente. Opto, por lo segundo. Los analistas y opinologos ironizaban, que con la llegada de Vizcarra a la Presidencia “entraban a gobernar los provincianos y salían los blanquitos limeños”.

PPK, Vizcarra y Aráoz, cuando todo era felicidad.

El primer mensaje de Vizcarra como Presidente de la Republica, fue en tono conciliador. Pidiendo poner punto final a la confrontación política y pensar, en el Perú. Luego, vendría su primer mensaje a la Nación el 28 de julio del 2018. Después, de un discurso soso y aburrido, sacaría su misil al final. Convocar a referéndum, para que la población decida el futuro del Congreso. La sorpresa y estupefacción se veía en el rostro de los congresistas, que no esperaban ese mensaje final. Salió, entre pifias, insultos y griterío de todo calibre de nuestros educados, respetables y honorables congresistas. El Presidente Vizcarra salió del congreso y en la calle recibió el calor popular, por ese hartazgo de la población hacia Congreso. En la calle la fiesta y algarabía era total.

El segundo acontecimiento, ocurrió entre el ocaso del 2018 y el inicio del 2019 tuvo que ver, con el caso lavajato. Los fiscales del equipo especial eran removidos de sus cargos, por el Fiscal de la Nación. El Presidente Vizcarra dejo sus actividades que iba realizar en Brasil y regreso de inmediato al país. Y, en una clara interferencia de poderes se inmiscuyo en una decisión autónoma del Ministerio Público y declaro en emergencia el Ministerio Público. Otra vez, en la calle la algarabía.

El tercer acontecimiento, el 28 de julio del 2019 traería mas sorpresas. La pugna entre el congreso y ejecutivo estaba en su punto más álgido. El Presidente Vizcarra, otra vez al final. Saco su arma secreta y anuncio “una reforma constitucional de adelanto de elecciones” y que, de igual forma, se recortará el mandato presidencial, “aunque todos se tengan que ir, porque el Perú es primero”. Y otra vez también, nuestros educados, respetables y honorables congresistas. Gritaban todo tipo de adjetivos y calificativos lo más amable fue tildarlo de “dictador”. Y para, colmo los que gritaban “dictador” y se daban de dignos demócratas eran los fujimoristas—que irónico es la democracia peruana.

Pero, aun la sangre no llegaba al rio, hasta el 30 de setiembre de ese año.

El cuarto acontecimiento ocurrido fue, al considerar negada cuestión de confianza que presentó el jefe del Gabinete Ministerial, Salvador del Solar, por el proceso de elección de los miembros del Tribunal Constitucional (TC). El Presidente Vizcarra decía lo siguiente: “Ante la denegación fáctica de la confianza y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la Republica. Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la Constitución”. La mayoría de los peruanos, aplaudió lo que acaba de ocurrir.

Así, es como llego al 2020 con una alta popularidad en las encuestas y con un nuevo congreso. Hasta la llegada de la pandemia. Y, esta historia se esta escribiendo, ahora. El Presidente Vizcarra comenzó, muy bien al comienzo con todas las medidas y acciones que desarrollo. Pero, con el tiempo se fueron desinflando y los resultados lo estamos palpando. De la deficiente gestión de la pandemia, a diferencia de los países de la región. Esta claro, también, que el Presidente Vizcarra no es responsable de la precariedad, y frágil sistema de salud, y de lo deficiente y obsoleto que es la administración pública. Sin embrago, es responsable de las medidas y acciones que ejecute. Para gestionar adecuadamente y eficientemente todos los recursos, para tener una mejor respuesta frente a esta crisis, sanitaria, social y económica.

Pero, no hay duda que Martín Alberto Vizcarra Cornejo, ha estampado su nombre en la historia del Perú. Primero, por ser el primer vicepresidente en asumir la Presidencia de la República. Segundo, por disolver el Congreso de República y tercero por estar al frente de la pandemia. El tiempo y la historia juzgaran…